Acomodando lo Espiritual a lo Espiritual
"En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie....nosotros tenemos la mente de Cristo" (1ª Corintios 2:15-16)
Acomodando lo espiritual a lo espiritual
Podemos discernir y juzgar todas las cosas ¿lo sabías?
La Palabra de Dios nos da una muy importante exhortación para que comprendamos el alcance de nuestra posición en Jesucristo:
" ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto mas las cosas de esta vida? (1ª Corintios 6:3)
"En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie....nosotros tenemos la mente de Cristo" (1ª Corintios 2:15-16)
Existe una posición legal y otra, real. No es el tema que quiero desarrollar por lo tanto no voy a extenderme, pero para comprender esto, puedo dar un ejemplo sencillo: Legalmente tengo la mente de Cristo pero no tengo sus pensamientos a menos que en lo real yo sujete mi propia mente a la de Él. Existe algo que yo tengo que hacer para que lo legal sea también lo real.
Alguien puede al finalizar sus estudios recibir su diploma de honor como abogado, pero en lo real no será un abogado con honor hasta que ejerza como tal.
La Biblia nos dice que Dios nos hizo (no dice que nos hará, sino que nos hizo) reyes y sacerdotes. Muchos opinan que algún día reinaremos. ERROR. YA somos reyes. ¿O acaso no dice que estamos sentados en lugares celestiales en Cristo Jesús? Legalmente soy “rey y sacerdote” pero en lo real, soy rey cuando ejerzo con autoridad la posición que tengo, determinando, estableciendo, decretando, atando, desatando, etc. Jesús nos ha dado una llave para establecer, para abrir, para cerrar, para atar y para desatar. Cualquier cosa que determines en la tierra será determinada en el cielo.
No lo digo yo. Lo dice Jesús. (Mateo 16:19 y 18:18) Porque ¿Cuál es la utilidad de poseer legalmente un automóvil Ferrari si la llave que enciende el motor jamás es accionada para moverlo realmente del garaje? Que desperdicio ¿no? Cuantos hoy guardan su potencial espiritual. ¿Por qué, para que, para cuando lo guardan? Esta allí, escondido...¿Qué es lo que están esperando?
En la 1ª carta a los Tesalonicenses 5:21, el Apóstol Pablo nos exhorta: "Examinadlo todo; retened lo bueno."
Ahora bien, ¿Cual es el criterio que lleva al cristiano maduro a determinar que cosa es buena de ser retenida? ¿Cuales son los parámetros por los que se guía? ¿Es acaso, como dice el mundo, una cuestión de sentido común? Ni siquiera saben lo que significa eso. Solo lo repiten como frase hecha.
Un cristiano maduro buscara en la fuente de toda verdad la respuesta correcta. ¿Quién tiene madurez?
Hebreos 5:14 "...pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.”
Salmo 43:3 "Envía tu luz y tu verdad; estas me guiaran; me conducirán a tu santo monte, y a tus moradas."
Romanos 8:14 "Los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios"
Juan 16:13 "...el Espíritu de verdad, el os guiara a toda la verdad..."Este es un tiempo en donde el Señor nos invita a meternos en las profundidades del océano del Espíritu Santo porque "Cosas que ojo no vio ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las revelo a nosotros por el Espíritu..." (1ª Corintios 2:9-10)
¡Que tremendo!
Lamentablemente aun hay muchos que a pesar de años permanecen siendo niños inmaduros. (Hebreos 5:11-14) Algunos por costumbre, o por temor, otros por falta de fe, otros por ignorancia, otros por comodidad, y otros tal vez, por falta de compromiso. El hecho es que sea cual fuere la razón, son espectadores parados, estancados, “no ejercitados”, cuando debieran ser protagonistas activos, nadando en la inmensidad del río de Dios.
Estos son tiempos para bogar mar adentro, de no conformarse con el agua a la rodilla, de no contemplar desde la orilla.
Pero para nadar se requiere entrenamiento y ejercicio. Hay que tener los sentidos ejercitados. Al que le falte sabiduría, pídala a Dios.
Como mujer salmista de Dios, voy a tocar el tema de la música. Algunos cristianos, (aunque lamentablemente también algunos músicos cristianos que ministran en la adoración) no han desarrollado el discernimiento, motivo por el cual se sienten confundidos al momento de tener que juzgar respecto de alguna canción, especialmente cuando las letras hablan “de amor”.
"...¿Será de Dios o será del diablo?...."
Esta simple pregunta nos dará la respuesta: ¿Cuál es el espíritu detrás de la canción? ¿Cuál es la fuente de inspiración? Porque, como en todas las cosas, también detrás de una composición musical existe siempre una inspiración.
La buena o mala influencia que puede provocar depende esencialmente del espíritu del que la ejecuta. Existen muchas canciones cuyas melodías son bellas al oído y sus letras hasta se podrían juzgar como poéticas pero que sin embargo sus autores son seres cuyas vidas son reprobables ante Dios. No es la música...no es la letra...es el espíritu detrás de ellas enmascarado, disfrazado y escondido.
No es sabio apresurarse y generalizar diciendo "tal música es rápida, no puede ser de Dios" o en afirmar "tal música es suave, es de Dios". Ese no es el pensamiento de un cristiano maduro. Alza tus ojos, extiende y ensancha tu mirada conforme a la voz de Dios. Este es el tiempo en que debemos afinar nuestra sensibilidad y discernimiento. No se trata de oír con el oído físico, ni siquiera con el corazón, porque es engañoso, sino de "oír con el espíritu". Y esto no es aplicable solo en lo referente a la música sino a todas las cosas.
Recordemos que:
1 Podemos discernir y juzgar todas las cosas.....¿Cuántas? ¡TODAS! (1ª. Corintios 2:15-16)
2 Tenemos una posición legal y real en Jesucristo. No será real a menos que determinemos accionar y activar todo el potencial en forma contundente y no metafórica.
3 Nadie puede engañar a quien mantiene una relación permanente y fluida con el Espíritu Santo.
4 Conforme al don de discernimiento de espíritus, podemos conocer si la fuente de inspiración proviene del espíritu del hombre, de espíritus inmundos o del Espíritu Santo de Dios.
5 Tenemos la mente de Cristo. No seremos persuadidos por nada ni nadie si el Espíritu testifica al espíritu.
6 Los sentidos deben estar ejercitados en el discernimiento.
7 Lo que no se usa, se oxida, se debilita, se atrofia. El uso constante evitara que esto suceda con tu potencial.
Somos instrumentos de justicia en las manos de Dios y seres inspirados por su Espíritu para bendición.
“Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido lo cual también hablamos, no con Palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual". 1ª Corintios 2:12-13
