LA ORACIÓN PROPORCIONA IMPULSO.
Eleva el corazón sobre los desafíos de la vida y le permite echar un vistazo a los recursos divinos de victoria y esperanza. La oración da poder, equilibrio, paz y un propósito para el propósito de una persona, para sus planes y para sus anhelos.
La energía más poderosa que alguien puede generar es la energía de la oración.
El diablo sonríe cuando hacemos planes. Se ríe cuando estamos demasiado ocupados. Pero tiembla cuando oramos.
—CORRIE TEN BOOM
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
—FILIPENSES 4.6-7
Si algo es merecedor de nuestra preocupación, ciertamente merece nuestra oración. Dios nunca está más lejos de usted que una oración. Cuando siente que sus pies no lo pueden sostener, arrodíllese.
Si pudiera escuchar a Cristo orando por mí en el cuarto del lado, no temería ni a un millón de enemigos. Sin embargo, la distancia no hace ninguna diferencia. Él está orando por mí.
—ROBERT MURRAY MCCHEYNE
El cielo está listo para recibirlo cuando usted ora. «Nunca es tiempo perdido el que se pasa en comunión con Dios» (Gordon Lindsay).
Tengo tanto que hacer hoy que debo pasar las primeras tres horas en oración.
—MARTÍN LUTERO
Las personas comunes y corrientes no oran, simplemente mendigan. Así que ore, no mendigue. Cuando oramos, nos unimos al poder inagotable de Dios y a su percepción. «Desear nunca va a ser un sustituto para la oración» (Edwin Louis Cole).
Recuerde que las oraciones no pueden ser contestadas hasta que no han sido oradas. «Todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá» (Marcos 11.24).
Un día que ha sido cercado en oración es menos propenso a que se desmorone.
—ANÓNIMO