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No Temas, Yo Estoy Contigo | Génesis 26:24

¡Cuántas veces sentimos que la respuesta llega demasiado tarde! El corazón no oye ninguna respuesta cuando clama mientras truenos, temblores y fuego lo inundan. Lee el Evangelio Hoy en Génesis 26:24



«Esa noche se le apareció el SEÑOR, y le dijo: “Yo soy el Dios de tu padre Abraham. No temas, que yo estoy contigo. Por amor a mi siervo Abraham, te bendeciré y multiplicaré tu descendencia”»

Génesis 26:24


«Esa noche…»
(Génesis 26:24). Fue la misma noche en que Isaac fue a Beerseba. ¿Cree usted que esta revelación de Dios fue un accidente? ¿Y que el tiempo en que ocurrió fue también un accidente? Si lo cree, entonces está muy equivocado. ¿Por qué ocurrió precisamente la noche en que Isaac llegó a Beerseba? Porque esa fue la noche que él pudo descansar.

En su antigua tierra había sido atormentado. Había habido toda una serie de pequeñas riñas relacionadas con unos pozos de agua y a quiénes pertenecían. Es un verdadero problema cuando hay pequeñas molestias, y particularmente cuando se producen varias al mismo tiempo.

Por causa de esas pequeñas molestias, aun cuando ya hubieron pasado, el lugar guardaba malos recuerdos para Isaac… Él fue a levantar su tienda lejos del lugar donde había tenido tantos problemas. Esa misma noche tuvo una revelación.

Dios le habló cuando ya interiormente estaba en calma. No lo había podido hacer cuando la mente de Isaac estaba atormentada. La voz de Dios exige que el alma esté en silencio. Solo en la quietud del espíritu pudo Isaac oír cómo Dios limpiaba de su vida todas aquellas molestias que se le habían acumulado. Su noche apacible se transformó en su noche radiante.

Alma mía, ¿has meditado en estas palabras: «Quédense quietos, y reconozcan»? (Salmos 46:10). En medio de la angustia, no se puede oír la respuesta a nuestras oraciones.

¡Cuántas veces sentimos que la respuesta llega demasiado tarde! El corazón no oye ninguna respuesta cuando clama mientras truenos, temblores y fuego lo inundan. Pero una vez que se hace la quietud, una vez que la calma lo inunda y los nudillos dejan de golpear a las puertas de hierro; una vez que la preocupación por las vidas de otros se abre paso en la tragedia de su propia vida, la respuesta largamente esperada aparece.

Debes descansar, oh alma, para recibir lo que tu corazón pide y desea. Retarda los latidos de tu corazón respecto de tu situación personal.

Toma las tormentas de tus tragedias personales y ponlas en el altar de las pruebas diarias de Dios y la misma noche, el Señor se te hará presente. Él desplegará su arco iris deteniendo el diluvio y en tu quietud podrás oír la música sempiterna.
—George Matheson





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La Biblia

La Biblia es el conjunto de libros canónicos del judaísmo y el cristianismo. La Biblia es la Palabra de Dios, escrita por hombres inspirados por el Espíritu santo

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