«Por eso también puede salvar por completo»
(Hebreos 7:25).
¡Qué magnífica expectativa! ¿No lo deja boquiabierto?
Tal vez sí, pero de todas maneras es verdadera, gloriosa y eternamente verdadera, porque está escrita en la Palabra de Dios. Aférrese a ese hecho; aférrese de todo su corazón; arriésguese por él; inviértalo todo por él; susúrreselo a sí mismo con los dientes apretados cuando esté en el fragor de la pelea; grítelo a los cielos cuando vea al enemigo a punto de huir; triunfe a través de él; regocíjese en él.
Tener fe en esta sola promesa puede transfigurar su vida entera y elevarlo a las alturas de la victoria y la gloria que una vez parecieron tan lejanas y remotas, como las nieves distantes en la cumbre brillante de una montaña le parecen al viajero cuando, a través de la bruma de la luz solar, levanta sus ojos para contemplar algo en el cielo azul.
Recuerde que la vida de santificación y poder espiritual nunca puede obtenerse a bajo costo. Para concedérnosla, el Señor Jesús pagó el precio del Calvario. Para recibirla tenemos que estar dispuestos a pagar por lo menos el precio de la obediencia a sus condiciones. Recuerde también que es la única vida que vale la pena vivir. —Reader Harris Cuesta tener una visión, pero cuesta demasiado recordar solo el precio.