«He terminado la carrera» (2 Timoteo 4:7).
Hay una carrera preparada para cada creyente desde el momento de su nuevo nacimiento, que facilita el pleno crecimiento de la nueva vida dentro de él. Además hace que Dios pueda utilizar al máximo su vida, al usar cada facultad para su servicio.
Descubrir esa carrera y llevarla a cabo es el deber de cada persona. Otros no pueden jugar en esa carrera; solo Dios sabe por qué. Dios puede dar a conocer y guiar al creyente a esa carrera hoy así como lo hizo con Jeremías y los otros profetas, con Pablo, Timoteo y los otros apóstoles. —J. P. L. Permita que Dios lleve a cabo sus planes para usted sin ansiedad ni interferencia.