«E hizo alarde de su enorme riqueza y de sus muchos hijos, y de cómo el rey lo había honrado en todo sentido ascendiéndolo sobre los funcionarios y demás servidores del rey.
»Mientras todavía estaban hablando con Amán, llegaron los eunucos del rey y lo llevaron de prisa al banquete ofrecido por Ester» (Ester 5:11—6:14).
Esta es la forma en que Dios actúa. En nuestra hora más oscura, él se dirige a nosotros caminando sobre las olas (ver Mateo 14:23–25), así como un ángel vino a la celda donde se encontraba Pedro cuando amanecía el día de su ejecución (ver Hechos 12:7).
Y cuando la horca estuvo lista para la ejecución de Mardoqueo, el insomnio del rey en última instancia dirigió su acción a favor de la raza favorecida de Dios (ver Ester 6:1–10).
Querida alma, es posible que tengas que experimentar lo peor antes de tu liberación, pero serás liberada. Quizás Dios te mantenga esperando, pero él siempre recuerda su promesa y aparece en el momento justo para dar cumplimiento a su Palabra sagrada que no puede quebrantar.
Dios usa la sencillez cuando se trata de elaborar sus planes y sin embargo posee una capacidad igual a cualquier dificultad.
Su fidelidad hacia sus hijos que confían en él es inquebrantable y es firme en sus propósitos. En la vida de José, vemos a Dios en acción a través de otro preso, luego a través de un sueño y finalmente a través de promover a José desde un lugar en la cárcel a la posición de segundo en poder en todo el imperio egipcio.
El tiempo que José permaneció en la cárcel le dio la fuerza y la entereza para asumir el cargo que le concedió el Faraón.
Siempre es seguro confiar en los métodos de Dios y vivir al compás de su reloj.