«De allí continuaron hasta Ber, el pozo donde el SEÑOR le dijo a Moisés: “Reúne al pueblo, y les daré agua.” En esa ocasión Israel entonó este cántico:
“¡Que brote el agua!
¡Que cante el pozo!”» (Números 21:16–17).
Fue un canto extraño y un pozo extraño. Los hijos de Israel habían viajado por las áridas arenas del desierto y estaban desesperados por falta de agua, pero no veían ninguna posibilidad de obtenerla. Entonces Dios habló a Moisés y le dijo: «Reúne al pueblo, y les daré agua» (Números 21:16).
El pueblo se reunió entonces cada uno con su vara. Y mientras las clavaban profundo en la arena, cantaban: «¡Que brote el agua! ¡Que cante el pozo» (Números 21:17, itálicas del autor). Pronto… apareció un torrente de agua, rebalsando el pozo y derramándose por todo el lugar. Los que habían cavado el pozo en el desierto habían aprovechado las corrientes de agua subterráneas.
¡Qué hermoso cuadro es este! Ilustra para nosotros los ríos de bendición que fluyen a través de nuestras vidas. Si solo respondemos con fe y alabanza, vamos a ver cómo nuestras necesidades son satisfechas incluso en el más árido de los desiertos.
De nuevo, ¿cómo consiguieron los hijos de Israel agua de este pozo? Fue a través de la alabanza. Mientras permanecían de pie en aquellas arenas ardientes y golpeaban con la punta de sus varas de promesa la arena, cantaban un himno de fe.
Con nuestra alabanza «aguas brotarán en el desierto, y torrentes en el sequedal» (Isaías 35:6), mientras que las quejas solo producirán juicio. Aun la oración por sí misma puede no alcanzar la fuente de bendiciones.
Nada agrada tanto al Señor como la alabanza. No hay evidencia de fe más grande que la virtud de una acción de gracias genuina.
¿Está usted alabando a Dios lo suficiente? ¿Está expresándole su gratitud por las incontables bendiciones que él le ha dado? ¿Le está alabando valientemente incluso por las pruebas en su vida que son, en verdad, bendiciones disfrazadas? ¿Y ha aprendido a alabarlo incluso por las respuestas que habrán de venir a sus oraciones?
—Seleccionado
La Biblia es el conjunto de libros canónicos del judaísmo y el cristianismo. La Biblia es la Palabra de Dios, escrita por hombres inspirados por el Espíritu santo
